en Décima Espinela

Yo no tengo un barrio fijo


Yo no tengo un barrio fijo
a todo barrio respeto
y para la otra el boleto
lo evita mi crucifijo.


A la vida tengo apego
y cuidarla es mi deber
puesto que yo quiero ver
si algún día a viejo llego.
Pa’ mí que soy andariego
la vida es un acertijo
dondequiera me dirijo
a pie, por no tener coche
y para pasar la noche
yo no tengo un barrio fijo.


Tengo lo que Dios me dio
salud, ganas y camino
y esto es lo que del Divino
mi alma contenta aceptó.
Y por lo mismo que yo
no soy hombre de folleto
la calle y el vericueto
transito sin aspaviento
y aunque sea polvoriento
a todo barrio respeto.


No soy novato en andancias
mi persona no es remisa
y a paso lento o de prisa
he recorrido distancias.
Y aunque en muchas circunstancias
es difícil ser discreto
en su barrio al más inquieto
le dejo decir que él ronca
obvio ganarme una bronca
y para la otra el boleto.


Sé que la calle intimida
porque es de riesgos el centro
pero quien no va a su encuentro
de peregrinar se olvida.
Del callejón sin salida
a tiempo el rumbo corrijo
y en precauciones prolijo
puedo apartarme del mal
pero el filo de un puñal
lo evita mi crucifijo.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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