El techo de mi barraca
de huecos tiene un desfile
argumenta doña Urraca
¡que son pa’ que me ventile!
Yo vivo en casa alquilada
si casa puede llamarse
quien la hizo, ha de jactarse
siempre, ¡de su chambonada!
Pa’ más señas mi morada
está cerca de la huaca,
resuena como maraca
del aguacero al influjo
francamente que es un lujo
el techo de mi barraca.
La dueña es una rareza
mezcla de beata y bruja
que con la escoba me empuja
a que corte la maleza.
La compañera pobreza
hace que todo asimile,
no hay otro que la alquile
ni que caiga en el engaño
la casa durante el año
de huecos tiene un desfile.
Tengo en el cuerpo picor
porque entra la tierra muerta
pero si cierro la puerta
me asfixio con el calor.
Yo nunca bebo licor
y amanezco con resaca,
si el invierno cruel ataca
y aunque a mí me pasa el frío
“no pasa nada hijo mío”
argumenta doña Urraca.
Por un hueco de la sala
sin que asome la nariz
yo puedo ver al maíz
de su siembra hasta que es chala.
Después de todo, no es mala
la vieja correveidile,
logró pues que me encarrile
en su riel y en su sentido
con los huecos, convencido
¡que son pa’ que me ventile!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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