en Décima Espinela

Ponte la prenda amarilla



Ponte la prenda amarilla
aprovecha el Año Nuevo
date tú misma un relevo
¡o el culo se te apolilla!


En diciembre yo escuché
pasada la Navidad
así por casualidad
lo que hoy les relataré.
No crean me horroricé
puesto que soy palomilla,
resulta que a la chiquilla
más pura que conocía
un moreno le decía:
ponte la prenda amarilla.


Diciembre día “treintiuno”
próxima la Noche Vieja
¿dónde estaba la pareja?
¡cuadra tres del Jirón Puno!
Y sin reparo ninguno
seguía el negro malevo:
vamos al hotel que llevo
para el caso los condones
deja las vacilaciones
aprovecha el Año Nuevo.


La chiquilla, sorprendida,
esto es lo que yo creía
aunque nada respondía
se le notaba encendida.
Y el negro de arremetida
con afán de tirar huevo
dijo: si quieres me muevo
tan suave como la esponja
tú no naciste pa’ monja
date tú misma un relevo.


Su lengua que estaba trapo
por comer la carne blanca
aunque floja pero franca
era igual que la de un sapo.
Dijo el negro que era un guapo:
no tengo ni una ladilla,
evita una pesadilla
no esperes a la vejez
o lo mueves de una vez
¡o el culo se te apolilla!

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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