Me dicen “El Ingenioso”
pues pese a todo subsisto,
cambio mi ingenio famoso
por casa, comida y pisto.
Vivo la vida penando
con necesidad, cansancio
con ese gusto tan rancio
que deja el hambre nefando.
Por comer de vez en cuando
todo lo veo borroso,
aunque soy menesteroso
y no he ganado concursos
porque tengo mis recursos
me dicen “El Ingenioso”.
¿Está bien el que me alaben?
¡sí! porque en mi actual estado
la pobreza no ha logrado
que mis pensares se traben.
Unos, no me ven, mas saben
que en casa estoy desprovisto
y si por otros soy visto
no disimulan su asombro
y me palmean el hombro
pues pese a todo subsisto.
De la tripa la dolencia
ya conozco su compás:
me tiene que doler más
pa’ tener más ocurrencia.
En mi compleja existencia
más es la sombra que el gozo
y puesto que no soy soso
al rico que me lo pida
para saber lo que es vida
cambio mi ingenio famoso.
La misma vida contrasta
de todos las cualidades
y nos dice en sus verdades
de que todo se desgasta.
He ingresado a la subasta
a ver si postor conquisto,
no es que me pase de listo
pero antes que me seque
yo deseo hacerle un trueque
por casa, comida y pisto.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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