en Décima Espinela

Están mirando dos ojos



Están mirando dos ojos

de un niño tercermundista
una mesa bien provista
con plátanos por manojos.
Estallando sus antojos
al lugar se va acercando
y los que están degustando
frutas, vino y fricasé
no han advertido que
dos ojos están mirando.


Están mirando dos ojos

de un niño que no ha comido
por el hambre corroído
tiene los músculos flojos.
Gente que lleva anteojos
y acostumbradas al mando
un bollo crujiente o blando
a sus mascotas les dan
y unas migajas de pan
dos ojos están mirando.


Están mirando dos ojos

en todas las direcciones
pero muchos ricachones
le hacen saber sus enojos.
Para él son los abrojos
que han venido sembrando,
como es del hambre comando
su desamparo es total
mas con angustia mortal
dos ojos están mirando.


Están mirando dos ojos

cansados de tanto ver
y a la espera de obtener
de la mesa los despojos.
Mientras que ponen cerrojos
los del opulento bando
en día de San Fernando
que cayó domingo siete
el espléndido banquete
dos ojos están mirando.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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