Murmuran de doña Lola
a quien le gusta incordiar
que fue de blanco al altar
pero se encontraba “en bola”.
No sabe doña Dolores
cómo la suben y bajan
que parece que se fajan
con la lengua y sin temores.
En la charla de mayores
se mete la más chibola,
el chisme las descontrola
todas aportan sus “migas”
tanto vecinas y amigas
murmuran de doña Lola.
Todas dicen que cosecha
lo que ella misma sembró
porque a todas las nombró
y no de forma derecha.
Recuerdan muy bien la fecha
en que alborotó el solar,
reina del disimular
con vida ajena hace “feria”
y es con su cara de seria
a quien le gusta incordiar.
El día del casamiento
(testimonio de Tomasa)
dejó ingresar a su casa
para “dar un escarmiento”.
Vio la gente, a fuego lento
que se cocía el manjar
y era envidiable el ajuar
y lujoso el neceser
y más aún pudieron ver
que fue de blanco al altar.
Y con envidia llegaron
a la misma catedral
con pecado capital
unas cuantas comulgaron.
Cuando al solar regresaron
comenzó la batahola:
- con traje de larga cola
que realzaba su belleza
fue vestida de “pureza”
pero se encontraba “en bola”.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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