El varón que va a viajar
necesita pasaporte.
La dama que va a quedar
necesita picaporte.
Viaja el gringo de Inglaterra
viaja el gaucho de Argentina
viaja el que no se empecina
y también el que se emperra.
El hombre viaja por tierra
por el aire y por el mar,
con rumbo a otro lugar
por negocio o vacaciones
debe tomar precauciones
el varón que va a viajar.
El ineludible aviso
que hay que dar a la mujer
solo se tiene que hacer
en el momento preciso.
Y aunque no importa el permiso
ni opinión de la consorte
para que el viaje no aborte
antes de ir al extranjero
por reglamento el viajero
necesita pasaporte.
Antes de dejar la base
y lo sabe el pelotero
hay que mirar bien primero
para que nada fracase.
Cada gesto, cada frase
de ella ¡hay que analizar!
si no se pone a llorar
y con el viaje se aviene
¡sabrá Dios qué planes tiene!
la dama que va a quedar.
Medida justificada
por la razón y el derecho
es dejar blindado el techo
y la ventana cerrada.
No hay que permitir la entrada
ni de celestial cohorte,
la mujer tiene un resorte
invisible, en cada pie,
¡pa’ que brincando no esté!
necesita picaporte.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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