Tu belleza Marilú
pasa de lo meridiano
en el valle de Virú
pero es un amor tirano
con el que gobiernas tú.
Esta confesión es cierta
de una chola me cabreo
y cada vez que la veo
me escondo tras de la puerta.
Tiene por nombre, Mamerta
tiene por cruce, un manchú,
y aunque redondo el cucú
con que suele provocar
en nada puede igualar
tu belleza, Marilú.
Y por la ley del contraste
naciste favorecida
en la campiña florida
cuyo nombre realzaste.
Queriendo o no, alborotaste
más de un pueblo trujillano
pues tu donaire pagano
al ritmo de Marinera
en la eterna primavera
pasa de lo meridiano.
La fama de tu beldad
en boca de mucha gente
arrollaba cual torrente
y no por casualidad.
Me entró la curiosidad
y abandoné Monsefú,
y entre el verde del bambú
con mi pasión desenvuelta
pueden verme de ida y vuelta
en el valle de Virú.
Mas, cabalgando mi amor
frenaste tú su galope
mandándome para Ascope
con un tono burlador.
Al pasar con mi dolor
frente al Apu más cercano
este me dijo: Humano
aprende pa’ tu vejez
lo de la china amor es
pero es un amor tirano.
Al caballo le dio pica
y en Ascope no paró
puesto que sabe que yo
soy cholo de Nueva Arica.
Yo te brindé amor Mochica
tú exigiste amor Chimú,
no siempre podrá el nansú
cubrir y otorgar arrobo
al corazón de algarrobo
con el que gobiernas tú.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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