en Décima Espinela

El viejo cara de moro



El viejo cara de moro
dizque no tenía plata.
Era su tercera pata
¡un bastón con puño de oro!


Les contaré de don Luis
que era un tipo adinerado
que aunque nada hubo sembrado
cosechaba su maíz.
Y como en nuestro país
siempre ha existido el choro
aseguraba el tesoro
hasta de su propia sombra
a un metro bajo la alfombra
el viejo cara de moro.


Él cuidaba su persona
y concurría a la feria
con una cara muy seria
y un alma muy cimarrona.
A la mujer picarona
le llevaba serenata
y si una mujer beata
le pedía algunos cobres
para ayudar a los pobres
dizque no tenía plata.


Don Luis se ponía guantes
solamente en el invierno
mas siempre llevaba terno
y los zapatos brillantes.
En medio de los tirantes
le caía la corbata
y en la diaria caminata
de su empresa a su mansión
el reluciente bastón
era su tercera pata.


A todo bombón miraba
fingiendo no ser lascivo
pero por este motivo
diariamente se duchaba.
Por ecología usaba
desodorante inodoro
frente al atuendo incoloro
que vestía en el verano
le resaltaba en la mano
¡un bastón con puño de oro!

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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