en Décima Espinela

Hoy día me tropecé



Hoy día me tropecé
con la piedra de anteayer
en el suelo comprobé
que estrellas yo puedo ver.


A pie, no hay quien me aguante
ni conozca más caminos
familiares y vecinos
me llaman “El Caminante”.
Con un amor de estudiante
motivado desperté
y aunque yo me levanté
con el pie favorecido
por caminar distraído
hoy día me tropecé.


Se hace camino al andar
caminar es la receta
para llegar a la meta
pero hay que saber llegar.
En ese mismo lugar
me tuvo que suceder
tras tropezar y caer
me puse como un tomate
porque fue para remate
con la piedra de anteayer.


En el pecho una cucarda
me coloqué y perfumado
salí de casa apurado
para asombrar a la parda.
Fiel al ángel de la guarda
mi cuidado encomendé
y si bien yo sospeché
que hay golpes en la vida
cuánto duele una caída
en el suelo comprobé.


El recuerdo más ingrato
es que a la parda no vi
por el contrario perdí
el billete del zapato.
Me quedé tirado un rato
y sin poderme mover
hoy me consuela saber
de día a ras del asfalto
y sin mirar para lo alto
que estrellas yo puedo ver.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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