Conociéndote cómo eres
no me extraña lo que dices
me atribuyes tus deslices
con unas cuantas mujeres.
Con la lengua no te agotas
cuando cuentas tus hazañas
que no son sino las mañas
de un bate con dos pelotas.
Y de un batallón de idiotas
te has convertido en alférez,
de la vida de estos seres
fáciles de manejar
también irás a rajar
conociéndote cómo eres.
Con las cuatro extremidades
realizas los ademanes
y asemejan tus desmanes
a función de variedades.
Y contando intimidades
pasas momentos felices,
reclutas tus aprendices
y los pones a tu altura,
si te gusta hablar basura
no me extraña lo que dices.
Yo soy de aquellos felinos
que solo comen su presa
lo tuyo parece empresa
con un montón de inquilinos.
Aunque estamos de vecinos
difieren nuestras raíces,
siguiendo tus directrices
de cobarde y hablador
con tu vena de orador
me atribuyes tus deslices.
Tú te pasas ¡calavera!
porque con tu hablar bellaco
metes en el mismo saco
a virtuosa con ramera.
Y si una mujer se entera
¡te mata con alfileres!
pero si tú no te mueres
mejor que tu lengua enrejes
para que no me emparejes
con unas cuantas mujeres.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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