en Décima Espinela

Prisionero de tus taras



Estamos entre mortales
y aunque hables otro idioma
yo que vengo de la loma
entiendo a los animales.
Tus complejos y tus males
con tu actuar desenmascaras,
por la boca te disparas
y eres lento cual tortuga
¡arriésgate en una fuga!
prisionero de tus taras.


Crees ser muy exquisito
y habría que ver tu trusa
te apuesto que a la lechuza
le harías pegar un grito.
Y haciéndote el chiquito
tragicomedia preparas,
¡molesto! cuando te paras
¡molesto! cuando te sientas
tú con nada te contentas
prisionero de tus taras.


Eje de la Creación
quieres ser en tu delirio
y hasta te prendes un cirio
para propia adoración.
¡Tú no llamas la atención
si te ven las capibaras!
ya que siempre tú comparas
hasta el color del pellejo
vuelve a mirarte al espejo
prisionero de tus taras.


A ti te gusta incordiar
si de ventaja dispones
y así como tú hay ratones
incordios a remediar.
Les ganas al fastidiar
porque utilizas dos caras,
y si en el montón te amparas
por más que te hagas el sueco
¡yo te conozco por chueco!
prisionero de tus taras.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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