En la celda prisionero
puedo ver mi realidad
solo tengo libertad
para decir que te quiero.
Si en algo puede servir
como alivio a nuestras penas
dejo a un lado las cadenas
para poderte escribir.
Aquí se aprende a vivir
como gallo navajero
y con este derrotero
ya ni sé qué día es hoy
desde hace tiempo yo estoy
en la celda prisionero.
Ante Dios, arrepentido
¿cómo aguanto este calvario
si en el antro perdulario
nunca se está redimido?
Es por todos conocido
que la prisión es crueldad,
la muerte con ansiedad
nos apaga la bombilla
y en horrible pesadilla
puedo ver mi realidad.
Para llevarse la palma
en este mortal garito
hay que ser malo ¡maldito!
pero tomarlo con calma.
La luz refracta del alma
y reina la oscuridad,
contra toda adversidad
hay un gozo aunque pequeño
en la noche en que te sueño
solo tengo libertad.
Si es que algún día yo salgo
de este miserable centro
te juro que yo a tu encuentro
voy a correr como un galgo.
Si para ti nada valgo
lo acepto y te soy sincero
ese día solo espero
a modo de despedida
tener alguna cabida
para decir que te quiero.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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