en Décima Espinela

A mi soltería ¡adiós!



A mi soltería ¡adiós!
después de haber probado “eso”
me caso o me meten preso
y muero en la paz de Dios.


Esto pasó en el diván
a solas con mi adorada
que del todo enamorada
se despojó del fustán.
El padre y la madre están
de mi apresamiento en pos,
ni fingiendo tener tos
yo no me puedo evadir
llegó la hora de decir
a mi soltería ¡adiós!


Fueron varias las mañanas
que a los viejos descuidaba
ellos salían, yo entraba
y cerraba las ventanas.
Mi falla fue por las ganas
y por la falta de seso,
soy ratón que comió el queso
allí, a su libre albedrío
y ahora estoy en un lío
después de haber probado “eso”.


La panza se hizo notoria
para indignación y rabia
y un día que estaba en Bavia
me enrostraron esta historia.
Su padre me dijo ¡escoria!
agarrando un palo grueso,
me juró, no salgo ileso
sin muchas contemplaciones
solo tengo estas opciones
me caso o me meten preso.


¡Rapidito me casé!
que si no, no cuento el caso
y es que me seguía el paso
el viejo con mala fe.
Así las cosas, quedé
sin chance a lanzar un ¡SOS!
vamos a vivir los dos
después de mucho disfuerzo
haré un sobrehumano esfuerzo
y muero en la paz de Dios.

© 2004 Luis Bárcena Giménez

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