en Décima Espinela

El conejo de Maritza



Maritza tiene un conejo
¡al gato le viene bien!
mas brinca en un santiamén
¡para salvar el pellejo!


Entre las cosas más gratas
que Maritza me hace ver
es contemplar a placer
cuando brinca en cuatro patas.
Sin composturas beatas
ya está en tiempo de cortejo,
de color negro azulejo
cuyas carnes no se aflojan
cuando evita que lo cojan
Maritza tiene un conejo.


Junto a su casa el vecino
y para quitarle el sueño
le muestra siempre risueño
a su engreído felino.
Quiere topar su minino
pa’ que vea ¡quién es quién!
pese al notorio desdén
que el conejo manifiesta
como bocado de fiesta
¡al gato le viene bien!


Salen ambos de sus cauces
por una costumbre rara
y se encuentran cara a cara
a la sombra de los sauces.
Todo está a pedir de fauces
hasta el último retén,
y al gato en este vaivén
conociendo que está hambriento
permite sentir su aliento
mas brinca en un santiamén.


El gato vive caliente
y simula estar calmado
y si lo mira estirado
el conejo está pendiente.
Con el instinto presiente
otro tipo de cotejo,
pone cada ojo bermejo
apenas siente el bigote
y huye dejando el camote
¡para salvar el pellejo!

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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