en Décima Espinela

Al dejar el calabozo



Al dejar el calabozo
contigo me fui a vivir.
Hoy no sé cómo salir
de lo profundo del pozo.


En casa de “Pedro el cojo”
me hallaron los policías
y por un montón de días
me dieron celda y cerrojo.
Durmiendo con un solo ojo
yo no tenía reposo,
sentí en el pecho alborozo
ganada mi libertad
y enrumbé pa’ la ciudad
al dejar el calabozo.


Poco espacio para tantos
que no mostraban afecto
y pensé que por efecto
no eran hombres sino espantos.
Entre fieras, a los santos
yo tuve que recurrir,
tras mi condena cumplir
como cumple cualquier maula
liberado de la jaula
contigo me fui a vivir.


Por ahora somos dos
los que estamos conviviendo
¡qué ansias de salir corriendo
tengo por culpa de vos!
No sé si es el diablo o Dios
quien me quiere corregir,
habiendo donde subir
al fondo fui a resbalar
y yo experto en escalar
hoy no sé cómo salir.


Estoy por caer enfermo
en cualquier sitio y momento
pues debo aspirar tu aliento
y hasta soportar tu muermo.
Con dos ojos ahora duermo
pero desconozco el gozo,
comprendo que por buen mozo
me conseguiste atrapar
y no sé cómo escapar
de lo profundo del pozo.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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