De María del Pilar
sus calzones transparentes
nos permiten apreciar
una bocaza sin dientes.
Por mi nombre: Rafael
debería ser pintor
pero ¡no! soy husmeador
de las flores del vergel.
Cada prenda del cordel
yo puedo identificar:
las blusas son de Xiomar
los “yines” de Concepción
y aquellos calzones son
de María del Pilar.
Ella es la única mujer
que los usa de ese tono
y yo siempre me le abono
cuando los sube a tender.
A mis anchas puedo ver
¡lo que no, sus pretendientes!
y sin ponerme los lentes
reconozco en la batea
y también en la azotea
sus calzones transparentes.
Al palo como un hechor
me pone si me la topo
y ahí le digo un piropo
pues tiene en botón la flor.
Si ella escoge ese color
¡es porque quiere mostrar!
y como los suele usar
de la micro falda bajo
su tesoro sin trabajo
nos permiten apreciar.
Me dio una lección María
del Pilar, con mucho encanto
puesto que ya estaba al tanto
de mi secreta osadía.
Recuerdo muy bien el día
de los Santos Inocentes
en casa de unos parientes
donde la tuve de fresa
le vi por bajo’e la mesa
una bocaza sin dientes.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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