Adornos no necesitas
porque tu semblante es regio
tú tienes el privilegio
de las mujeres bonitas.
Yo no sé de qué sustancia
estás hecha y no escudriño
pero te sigo cual niño
para aspirar tu fragancia.
Hermosa y sin petulancia
la vida nos facilitas,
remedio para las cuitas
es observar tu talante
como ver que en tu semblante
adornos no necesitas.
Y lo siento por la rosa
flor que perfuma el vivir
de ella puede prescindir
la mujer cuando es hermosa.
Adorándote cual diosa
no cometo un sacrilegio
y no evado el sortilegio
que me atrapa en un suspiro
más me acerco y más te miro
porque tu semblante es regio.
Y desde que el día empieza
siempre que tú estás presente
se ve que en toda la gente
el alma se despereza.
Tu nombre por tu belleza
va camino de lo egregio,
te armonizan con su arpegio
desde el cielo tres estrellas
de ser bella entre las bellas
tú tienes el privilegio.
De tus dientes la blancura
resaltan más el carmín
de tus labios, y el mohín
de tu boca da ventura.
Tan solo con tu figura
el verso posibilitas,
tú corazones agitas
y a diario traes novedades
pues tienes las cualidades
de las mujeres bonitas.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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