¡Dorotea “Comegatos”!
gritaban los mataperros
¡no te gustan los entierros
porque nunca van calatos!
Dorotea Ipanaqué
es una chica normal
que vive en la capital
en la calle San José.
En Lima, la ciudad que
con el diablo tiene tratos
blancos, cholos y mulatos
que los ánimos le inflaman
usan el mote y la llaman
¡Dorotea “Comegatos”!
Uno de los muchos días
desprovisto de matices
vi al grupo de infelices
actuar como las arpías.
Llevaban latas vacías
a manera de cencerros:
- Hemos bajado los cerros
buscando a nuestra minina
¿no estará por tu cocina?
gritaban los mataperros.
Salió el sol como en estío
y el contacto de sus rayos
al conjunto de lacayos
le otorgó más poderío.
Parecía el griterío
de Pamplona los encierros:
- El más grande de tus yerros
y que la gente valora
con cara de enterradora
¡no te gustan los entierros!
Entre tanta maturranga
que por la bulla era atroz
se destacaba la voz
del cholo Felipe Canga.
Impía la muchitanga
siguió con sus arrebatos:
- Ni a los robustos cutatos
cuando pasan a otra vida
no les das la despedida
¡porque nunca van calatos!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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