en Décima Espinela

Igual que capitalista



Conocí a un comunista
que no contaba con socio
pero movía un negocio
igual que capitalista.


Muy cercano de la histeria
del que vendía y compraba
como una ilusión miraba
de dólares una feria.
Posicionado en la arteria
ya parecía cambista,
esperaba a un artista
de la pluma, ¡una lumbrera!
mas de imprevista manera
conocí a un comunista.


Yo no había reparado
que a cinco pasos de mí
también se encontraba allí
un varón politizado.
Se acercó de medio lado
y me dijo: ¡Soy Ambrosio!
me charló de un niquiscocio
para que el dedo me chupe
y poco más tarde supe
que no contaba con socio.


De arranque con desparpajo
como si me conociera
me contó su vida entera
chamullándome a destajo.
¡Que bla, bla, bla, no hay trabajo!
¡que bla, bla, bla, todo es ocio!
como los del sacerdocio
decía con muecas pías:
“mis arcas están vacías”
pero movía un negocio.


Simulando ser amigo
de jóvenes como yo
las cuatro patas metió
al decir plata y abrigo.
Quería engrosar conmigo
de sus obreros la lista
contra todo imperialista
era acérrimo oponente
pero explotaba a la gente
igual que capitalista.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.