en Décima Espinela

¡Adiós, ciudad capital!



¡Adiós, ciudad capital!
me voy sin haber venido,
en ti yo he reconocido
¡a la madrastra infernal!


Antes con más de un pensil
por doquier te engalanabas
mientras te modernizabas
dejabas de ser gentil.
Hoy tienes una febril
actividad comercial,
yo soy un hombre rural
que aspira a días serenos
no te voy a echar de menos
¡adiós, ciudad capital!


He decidido no estar
donde hay gente como hormigas
que por el pan o las migas
se suelen apuñalar.
En un tranquilo lugar
mi vida tiene sentido,
lo que nos ha sucedido
es la cosa más extraña
puesto que yo de tu entraña
me voy sin haber venido.


Tú siempre estarás allí
donde quiso el extremeño
y yo por mi propio empeño
hoy me encuentro por aquí.
De tu suelo en que nací
hace mucho que he salido
y si me echas al olvido
lo acepto de buena gana
porque a la ciudad tirana
en ti yo he reconocido.


Gran capital del país
¡motor de la economía!
¿tendrás la nobleza un día
de aromar a regaliz?
Tu cielo de color gris
oculta al sol matinal,
por el correo postal
te mandé un mensaje ayer:
Ni tonto para querer
¡a la madrastra infernal!

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.