en Décima Espinela

Tus cien kilos de maldad



Cien kilos a la ciudad,
le imprimes con cada paso
multiplica hasta el ocaso
¡tus cien kilos de maldad!


Tú naciste con un rollo
malo que desenrollaste
y en la senda que tomaste
no hubo ningún escollo.
Del llamado desarrollo
eres una realidad
¡pucha! que tu humanidad
asemeja un monumento
y le aplicas de tormento
cien kilos a la ciudad.


Has logrado que te empipen
el pecado y la comida
y asomas a la avenida
sin que a ti te participen.
Para que no te anticipen
evitas algún retraso
hacia el triunfo o el fracaso
te encaminas decidido
y el peso al suelo sufrido
le imprimes con cada paso.


Nadie te ataca y enfrentas
con odio mortal, ¡altivo!
y pa’ cumplir tu objetivo
premeditas las afrentas.
Tus maldades no las cuentas
pero han rebalsado el vaso
y ya que no eres escaso
en lo que atañe a pendencia
los males de tu conciencia
multiplica hasta el ocaso.


En tus trece te mantienes
abanderando el desliz
mas todo el mundo es feliz
cuando a la ciudad no vienes.
Y puesto que tú no tienes
respeto a la sociedad
no salgas de tu heredad
ni en verano ni en invierno
pa’ cualquiera es un infierno
¡tus cien kilos de maldad!

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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