en Décima Espinela

Al verte yo me acobardo



Por verte de ganas ardo
y hacia ti voy decidido
estando de amor henchido
al verte yo me acobardo.


De mi cuarto en el retiro
tu imagen no se me borra
y hasta en la misma modorra
exhalo por ti un suspiro.
Cada instante en que te miro
impaciente yo lo guardo,
en mi pecho hay un petardo
que explosivamente opera
y con instinto de fiera
por verte de ganas ardo.


Tregua yo no me concedo
en este amoroso trance
me urge tenerte al alcance
para acabar con mi enredo.
Autoanimándome quedo
del optimismo embebido,
pensando como es debido
en un final victorioso
salgo todo presuroso
y hacia ti voy decidido.


Con pasión en bandolera
que a mis sentidos alerta
me paro frente a tu puerta
y me pongo en plan de espera.
Yo podré de esta manera
cumplir con mi cometido,
como amante amanecido
no necesito un espejo
para ver de mí el reflejo
estando de amor henchido.


Tú apareces y un castigo
cruel, hace que me sofoque
y pierda todo el enfoque
que yo traía conmigo.
El silencio se hace amigo
con la boca de este bardo,
huelo tu aroma de nardo
entrando en excitación
mas no sé por qué razón
al verte yo me acobardo.

© 2004 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.