Tu enigmática sonrisa
no la ha pintado Leonardo
pa’ que sepas Rosa Pardo
¡no eres mona y eres lisa!
Rosa, por vital derroche
lograrás porque es tu gana
entre jarana y jarana
que la piel se te sancoche.
Hasta el sábado de noche
vives la vida deprisa,
el domingo, para misa
te levantas con pachorra
y de la faz se te borra
tu enigmática sonrisa.
Según tú, más que cristiana
compenetrada en sus roles
es ser como los ravioles
¡una muchacha italiana!
Ya que crees ser la diana
a ti te envío este dardo:
aunque el oloroso nardo
con su perfume te ampara
está visto que tu cara
no la ha pintado Leonardo.
Solamente a las babiecas
que no saben de hermosura
con tu mezquina figura
de rivalidad ¡las secas!
Y son tan grandes tus pecas
como manchas de leopardo
perdona por el retardo
y por retratarte así
pues no me olvido de ti
pa’ que sepas Rosa Pardo.
Y no hagas un berrinche
por las cosas que te digo
sacude más bien tu abrigo
que seguro cae un chinche.
A todo, excepto el bochinche
eres por demás remisa
tu misma gente me avisa
que en lo mejor de tu etapa
aunque pienses que eres guapa
¡no eres mona y eres lisa!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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