en Décima Espinela

Por mirar en lontananza



Por mirar en lontananza
con mi vista que no es poca
vi pelos en una boca
comiéndose a la templanza.


Si preguntas Salomé
¿dónde me encontraba ayer?
me fui de excursión, mujer,
con mi mochila ¡y a pie!
El lugar al cual llegué
eran tierras de labranza
divisé una mezcolanza
de piernas, hombros y manos
pertenecientes a humanos
por mirar en lontananza.


La curiosidad no llama
solamente a las mujeres
en nosotros sus quehaceres
por la vista nos reclama.
Era un varón y una dama
tendidos sobre una roca
se sacaban la chochoca
calatos con frenesí
y hasta que acabaron vi
con mi vista que no es poca.


No termino todavía
y ya te quieres marchar
te conviene a ti escuchar
por si te animas un día.
El moreno la embestía
como lo que era, ¡una foca!
y al moverse como loca
logró que zafe su presa
¡un minuto! y pa’ sorpresa
vi pelos en una boca.


De todo ambos se olvidaron
del cenit hasta el ocaso
¿cómo va a ser un mal paso?
¡oye! ¿quiénes te educaron?
Y como ni se enteraron
resolví la adivinanza
pues la blanquita Constanza
con el moreno Leturia
encarnaban la lujuria
comiéndose a la templanza.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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