en Décima Espinela

De La Timba a La Cachimba



Mientras bailaba Tomasa
en el barrio de La Timba
a Tula allá en La Cachimba
se le quemaba la casa.


Me decía una vecina
que cuando suena la paila
la negra Tomasa baila
y se graba en la retina.
Sabe mucho de cocina
¡pero bailando se pasa!
y en la engalanada plaza
que de personas hervía
todo el público aplaudía
mientras bailaba Tomasa.


Al derecho y al revés
lucía su movimiento:
lo apaciguaba un momento
para encenderlo después.
Y deslizaba los pies
al compás de la marimba,
de las morenas con quimba
ninguna se le igualaba
era quien mejor bailaba
en el barrio de La Timba.


En otra parte la estela
de un incendio apareció
mucha gente comentó:
debe ser por una vela.
¡Ayuden que aquí hay candela!
gritaban desde la chimba.
y en una burra culimba
con el guajiro Ferrer
fuimos para socorrer
a Tula allá en La Cachimba.


Los bomberos en sus camas
no sabían del asunto,
subió el calor a tal punto
que hacía crujir las ramas.
El ver semejantes llamas
no era cosa para guasa
y Tula que estaba lasa
por el humo y sin aplomo
lloraba y miraba cómo
se le quemaba la casa.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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