Ajenos somos los dos
pero hay un trato carnal
llegado el Juicio Final
¿qué le diremos a Dios?
Somos amantes activos
al placer nos aferramos
y para otros les dejamos
los mandatos constrictivos.
En los encuentros furtivos
se nos apaga la voz
porque corremos en pos
de un vedado sentimiento
del noveno mandamiento
ajenos somos los dos.
La gente en su menester
de gratuito magistrado
al que comete un pecado
lo juzga y le hace caer.
Y nosotros por no ver
afectada la moral
ante el círculo social
que nos toca compartir
que no hay, podemos fingir
pero hay un trato carnal.
Hemos escogido el lunes
día sin gran cobertura
y de la humana censura
estamos quedando impunes.
Con nuestros días comunes
no converge el santoral,
si el contacto pasional
nos mantiene aprisionados
no estaremos preparados
llegado el Juicio Final.
Nuestra pasión se rehúsa
a hacer siquiera una pausa
y al seguir fieles su causa
siempre tenemos excusa.
En la tierra eres mi musa
y yo soy tu semidiós
mas cuando en pecado ¡adiós!
digamos a la existencia
si vamos a su presencia
¿qué le diremos a Dios?
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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