en Décima Espinela

Ucayali y Marañón



Ucayali y Marañón
lo mismo que dos personas
se estrechan en un abrazo
¡y así nace el Amazonas!


De serranas cordilleras
proceden los dos colosos
y sus cauces caudalosos
llegan donde las palmeras.
En sus fértiles riberas
crece la vegetación,
dada su gran dimensión
cada río es un amauta,
unen sus aguas en Nauta
Ucayali y Marañón.


Cada uno asume el mando
de numerosos afluentes
los que fluviales corrientes
permanecen tributando.
Sus cursos van zigzagueando
las laderas cimarronas,
por bosques de capironas
a la distancia se avistan
y en un segundo se amistan
lo mismo que dos personas.


Por el pongo se embravece
indómito el Marañón
y en terrenos de aluvión
el Ucayali aparece.
Desde que el sol amanece
hasta que llega a su ocaso
en la Selva se abren paso
convirtiéndose en caminos
y formando remolinos
se estrechan en un abrazo.


Ambos vencen en la brega
a la Sierra y Rupa Rupa
y en verde manto que ocupa
la Omagua se les entrega.
El hombre pesca y navega
en sus aguas retozonas,
desde muy distantes zonas
discurren y se hacen fuertes
y dan vida con sus muertes
¡y así nace el Amazonas!

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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