en Décima Espinela

Ayer tuve una ilusión



Ayer tuve una ilusión
hoy tengo una realidad
mañana solo tendré
recuerdos en cantidad.


La página atrás volví
para leer mi existencia
que aunque falta de experiencia
tan solo me incumbe a mí.
Qué importa si confundí
el amor con la pasión,
por la física atracción
que ejerce toda mujer
como debía de ser
ayer tuve una ilusión.


Un momento de optimismo
se disfruta a plenitud
luego viene la inquietud
y después el pesimismo.
Y quién mejor que uno mismo
para decir su verdad,
dejando aparte la edad
que en mi tiempo se desliza
entre el cardo y la ceniza
hoy tengo una realidad.


Paralela a la alegría
marcha atenta la tristeza
como marcha la nobleza
seguida de la falsía.
Más que por sabiduría
yo sobrevivo por fe,
sin que me incomode sé
que apagada o encendida
la luz que alumbra la vida
mañana solo tendré.


Mientras tanto los arcanos
de la vida aprendo a palos
porque en estos tiempos malos
¡los buenos son los villanos!
Conozco por los humanos
el triunfo y la adversidad
y ya que la Humanidad
me conduce a improvisar
en ella voy a dejar
recuerdos en cantidad.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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