en Décima Espinela

La vida es una gran barca



La vida es una gran barca
que enrumba hacia el horizonte
para enfrentar en apronte
el tiempo que da la parca.


Digo vida, digo cielo
pues parece que de él viene,
es aliento que nos tiene
arraigados en el suelo.
Es el descorrido velo
que de los tiempos del Arca
nos graba su eterna marca
nos deja, no la dejamos
y porque en ella embarcamos
la vida es una gran barca.


Es viajera empedernida
con equipaje de humanos
no descubre sus arcanos
ni conoce de medida.
El día de la partida
ni bien te dice ¡componte!
como guiada por Caronte
parte rauda por la prisa
y a su proa se divisa
que enrumba hacia el horizonte.


No se sabe su destino
tampoco si va a volver
al hombre y a la mujer
los arrastra en su camino.
Porque lo quiso el Divino
con la fuerza del bisonte
o lo endeble del sinsonte
a su rival no le niega
tiene prisa y lista llega
para enfrentar en apronte.


Y ya traspuesto el umbral
de ese reino misterioso
vemos que el hombre lloroso
presiente el Juicio Final.
En umbrío lodazal
la muerte a la vida encharca
y en la terrenal comarca
no existirá quien la esquive
pues toda persona vive
el tiempo que da la parca.

© 2004 Luis Bárcena Giménez
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