Los pensamientos estrujan
y la nada se percibe
mas los fantasmas empujan
a todo lo que se escribe.
El pensar es lo de menos
problemas son los pensares
que si bien son familiares
son al mismo tiempo ajenos.
Los malos entre los buenos
impunes se reburujan
y mientras se desdibujan
de la cara las facciones
con sus elucubraciones
los pensamientos estrujan.
A quien el velo descorra
con análisis profundo
sintetizándole el mundo
el pensamiento amodorra.
Existe un hado que borra
lo que la mente concibe
y el aviso se recibe
como de costumbre tarde
se hace del pensar alarde
y la nada se percibe.
Vuelve el humano al estado
normal y de ser pensante
y a poco vuelve su instante
de mortal obnubilado.
Los recuerdos del pasado
hacen que los huesos crujan
y aquellos que se arrebujan
en brazos de la lujuria
podrán echarse a la incuria
mas los fantasmas empujan.
Hacia nuestra realidad
los fantasmas nos dirigen
que en nosotros no se erigen
por simple casualidad.
Y a solas con la verdad
pierde aquel que se cohíbe
el alma nada prohíbe
al gozo o remordimiento
y le pone sentimiento
a todo lo que se escribe.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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