No puedes dormir tranquila
no hace falta que lo digas
te recorrieron hormigas
cuando te abracé en la pila.
Boca arriba, boca abajo
al lado izquierdo o derecho
te revuelves en tu lecho
y estás pasando trabajo.
Necesitas un relajo
no te hace efecto la tila,
tú tienes cada mamila
apuntando al firmamento
y sé que en todo momento
no puedes dormir tranquila.
Voy a tener un detalle
contigo mujer hermosa
hay que remediar la cosa
antes de que el chupo estalle.
Ya que conozco tu talle
y siendo ansiedad que abrigas
con estas manos amigas
te voy a poner a punto
y lo demás de este asunto
no hace falta que lo digas.
Cuando sentí tu latir
en el instante del beso
de tu ímpetu quedé preso
y me tuve que batir.
Un temblor te hizo sentir
como entre cardos y ortigas
se acabaron tus fatigas
de los pies a la cabeza
que yo tuve la certeza
te recorrieron hormigas.
Mi palabra te revela
sin la más mínima angustia
que a tu fantasía mustia
la avivo con mi candela.
Tengo prendida una vela
y pido a Santa Luzmila
si en calenturas cavila
socorra la que te aflige
cara a cara esto te dije
cuando te abracé en la pila.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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