Yo no soy ningún letrado
mucho menos ingeniero
yo solo soy un arriero
y de piedra un convidado.
Dichoso de aquel que lee
porque a leer le enseñaron
en cambio a mí me inculcaron
el que nadie me maree.
En las aulas, tal vez cree
que con afán he estudiado
amigo ¡qué equivocado!
y no se ponga furioso
de las letras soy curioso
yo no soy ningún letrado.
En una intelectual lista
nunca voy a aparecer
tampoco he de merecer
el que me nombren artista.
Como no soy periodista
me resarce el noticiero
el matemático cero
hasta ahora es mi defecto
porque no soy arquitecto
mucho menos ingeniero.
Por los montes me conservo
con mi labor a destajo
y para horas de relajo
dejo charango y acervo.
Antes de enrumbar observo
el temido ventisquero
camino por el sendero
que va a la mina de cobre
en vida propia del pobre
yo solo soy un arriero.
Por mi parte están absueltos
porque sé de corazón
que para esta reunión
no han dejado cabos sueltos.
Ve que no estamos revueltos
aunque nos hayan juntado
en el mundo que han creado
para ejercer sus funciones
soy quien oye los sermones
y de piedra un convidado.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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